Dentro de un contexto de desarrollo exponencial de la tecnología, blockchain ha irrumpido en el mundo financiero e industrial presentándose con un potencial disruptivo equivalente al que supuso internet a finales del siglo XX.
Su aplicación más difundida son las criptomonedas, de las cuales el bitcoin es la más conocida por el público en general. Gana en popularidad a medida que se revaloriza con el temor de ser la penúltima burbuja especulativa.
Sin embargo, las criptomonedas no son más que una de las múltiples aplicaciones que blockchain puede aportar al tejido económico y productivo global.
¿Qué es blockchain?
Blockchain es una tecnología que permite la creación de un libro de contabilidad compartido (DLT, Distributed Ledger Technology) mediante protocolos criptográficos. La principales características de este registro es que es descentralizado e inalterable. Eso se consigue distribuyendo la red en nodos, donde se certifican dichos datos, de tal manera que las operaciones son procesadas y almacenadas o rechazadas por todas las máquinas de la red. La descentralización garantiza la protección de los datos a ataques maliciosos, ya que no basta con concentrarse en un solo nodo.
Este DLT, el libro de cuentas, puede ser consultado por cada una de las partes en tiempo real, de tal manera que se puede verificar el estado de cada uno de los activos, financieros o de otro tipo.
La mayor contribución de blockchain a nuestro mundo globalizado de intercambio es la creación de confianza.
El acceso certificado a la totalidad de la red en tiempo real reduce la percepción de incertidumbre y riesgo, gracias a su contribución a la seguridad, a la redistribución del poder y a la visibilidad de los datos.
Un momento trascendental para el retail
Todo esta innovación tecnológica tiene lugar en un momento como el actual, en el que el retail está inmerso en la mayor transformación de su historia y en el que la confianza es vital para sus actores.
Este cambio discurre a través de tres ejes principales:
1. La economía de la experiencia
Los consumidores están cada vez menos preocupados por lo que poseen y más por las experiencias que viven. El auge de la llamada economía colaborativa (Airbnb, Uber, etc…) surge de un caldo de cultivo en el que los consumidores no quieren pagar el precio de la propiedad exclusiva y vitalicia de los bienes y prefieren dedicar sus recursos a acceder a las experiencias que esos bienes les permiten vivir. La industria automovilística es un ejemplo de un sector en el que el eje está pasando de la propiedad de un bien (compra del coche) al disfrute de su uso (empresas de movilidad urbana). Cada vez merece menos la pena endeudarse para la compra de un coche que ocupa un espacio, que consume mucha energía y cuya tecnología pronto estará obsoleta si en cambio puedo pagar por usarlo sólo cuando lo necesito.
2. El efecto Amazon
El mayor cambio que Amazon ha supuesto en el retail tiene que ver con las expectativas de los clientes.
Si alguien puede traerme lo que he comprado en una hora (Amazon Prime Now), si me lo puede llevar a casa sin que yo esté con garantías de seguridad y privacidad (Amazon Key), si puedo ir a una tienda y llevarme la compra sin molestarme en pagar (Amazon Go) o si incluso pueden recomendarme en casa qué ropa me queda mejor (Amazon Echo Look), a partir de ese momento espero que los demás también puedan hacerlo. Los estándares de lo que se espera de un retailer y de sus puntos de venta han cambiado para siempre.
3. El desarrollo exponencial de la tecnología
Desde la irrupción de internet, el desarrollo tecnológico ha seguido un crecimiento exponencial. La realidad virtual y aumentada en el campo de la percepción, la robótica e internet de las cosas en el campo de la automatización, y finalmente big data y blockchain en la gestión de los datos abren un campo muy vasto de posibilidades de comunicación e intercambio entre las personas y entre las marcas y los consumidores.
Simultáneamente, este desarrollo tecnológico aparece como una amenaza para muchos, creando una percepción de un sistema inhumano, todopoderoso e incontrolable.
Blockchain aparece como una alternativa a ese control centralizado, introduciendo nuevas formas de cooperar e interactuar. Su esencia de red distribuida permite eliminar los intermediarios tradicionales (bancos centrales, oficinas de patentes, sellos discográficos, notarios, empresas energéticas…) y eludir el control centralizado.
Esto abre una posibilidad para la aparición de ecosistemas sociales alternativos y de nuevas formas de expresión personal y de interacción económica. Sin intermediarios, podemos comprar tejidos o café directamente al productor en su país, o podemos acreditar la reputación de una marca y comprar sólo a aquellos que tratan a sus trabajadores en una forma humana o que respeten la producción en temporada y medioambientalmente responsable. En un próximo artículo repasaré ejemplos actuales que usan esta tecnología aplicados a todos estos campos.
¿Afectará blockchain al futuro del retail?
Blockchain ha aparecido como otro elemento más de cambio y que sin duda condicionará el futuro del retail. Como ya habíamos escrito, el retail se encamina a ofrecer una experiencia cada vez más cercana, más rápida y más personal. Blockchain puede aportar la confianza que los consumidores necesitan en este momento.
Su influencia se notará antes en los puntos de venta de servicios y productos intangibles, donde la confianza en la marca es fundamental a la hora de decidir la compra de un producto que no puedes ver ni tocar. Si observamos la evolución de la tipología de las oficinas bancarias, se ha pasado de un modelo donde lo más importante era la apariencia de seguridad y liderazgo a un modelo en el que la configuración de los puntos de contacto con los clientes se centra en la evidencia de los procesos y la transparencia de los principios. Espacios más abiertos y transparentes que propician una interacción humana y donde la marca aparece como el paraguas de confianza que la protege.
En el futuro se adivina la irrupción de plataformas basadas en blockchain que operen en los mercados que han sido transformados por empresas supuestamente colaborativas como Airbnb o Uber. Estas en realidad son empresas que dan un servicio dando valor agregado y que cobran por ello ¿Es posible un Airbnb mediante blockchain? ¿Cómo afectaría esto al sector hotelero o al mercado inmobiliario?
¿Hacia un mercado totalmente descentralizado?
El potencial descentralizador de blockchain puede ser un amenaza para empresas que dominan el mercado desde el e-commerce y que ya están desembarcando en el brick & mortar como Amazon o Alibaba. Al ofrecer incluso a los productores y retailers más pequeños igualdad de condiciones en términos de confianza, accesibilidad y liquidez, un mercado social como ya lo es Soma ofrecería valor allí donde fuera necesario, eliminando progresivamente al intermediario y conectando directamente con el consumidor.
Las fotografías que ilustran esta entrada corresponden a la conferencia «BLOCKCHAIN: ESPACIOS PARA LA CONFIANZA» que impartí el pasado 7 de noviembre dentro de la Bilbao Tech Week.