Hace unas semanas ya os hablamos de la retailización y ahora vamos a centrarnos en la figura capaz de ejecutar ese proceso:
El retail partner
Un retail partner es capaz de trasladar la propuesta de valor de marca de una empresa a un espacio físico. Es la figura que se encarga de aterrizar el conjunto de ideas, valores y promesas que representa una marca, en una experiencia sensorial dentro de un espacio físico. Y esto abarca desde la estrategia de retailización, hasta la implementación de la tienda.
El retail partner ideal debe estar formado por un equipo multidisciplinar de profesionales con una visión que module acertadamente los criterios estéticos y funcionales, junto con la reflexión analítica y orientación comercial. Estos consultores, con visiones y experiencias complementarias, deben tener la capacidad de trabajar conjuntamente para tomar las decisiones acordes a la estrategia del proyecto y de la marca. El objetivo final, en cualquier caso, es ayudar a implementar nuevas herramientas de retail que sirvan para generar ventas y rentabilidad en el escenario actual.
La metodología de trabajo de un retail partner pasa primero por entender cuál es la propuesta de valor de la marca, cuál es su misión y en qué valores se sustenta. Una vez se comprende la propuesta de marca, se realiza un análisis interno y un estudio de mercado para definir las oportunidades reales de potenciar el discurso de la marca a través de interacciones y experiencias en un espacio físico. Con toda esta información se desarrolla la estrategia de retailización y se definen los objetivos y métricas de control para la implantación.
En resumen, lo que hace un retail partner es dar un servicio integral e integrado de visión estratégica, planificación técnica y ejecución operativa en proyectos de retail. Es la figura que, al mismo tiempo, es capaz de comprender los objetivos estratégicos de la marca y poner en marcha la reforma de la tienda que ayudará a conseguirlos.
