En un entorno con sobreabundancia de oferta, debemos aprovechar las escasas oportunidades que tenemos de llamar la atención de nuestros clientes, invitarles a entrar en nuestra tienda y retener su atención para que puedan comprobar el valor de nuestra propuesta.
La venta es seducción. Tenemos que decidir si buscamos un ligue para esa noche o si lo que queremos es una relación más duradera. Si estamos demasiado ansiosos por atraer la atención de los clientes, podemos sobreactuar, fingir ser lo que no somos, competir en una guerra de fuegos artificiales.
Si nuestra propuesta de valor es verdaderamente valiosa, es más efectivo ser auténticos, crear espacios atractivos donde interactuar con nuestros clientes y poder hacerles llegar esa propuesta de valor, creando experiencias de compra realmente relevantes para nuestros clientes.
Para ello debemos haber identificado el target al que nos dirigimos, y cuál es la propuesta de valor única que queremos y podemos ofrecerle. Debemos construir una estrategia de marca alrededor de esta propuesta, definiendo los valores y personalidad de la marca, que se transmitirán en todos los puntos de contacto que tengamos con los clientes.
CONCEPTO COMERCIAL
La creación de un concepto comercial sólido y coherente con la marca es un paso imprescindible en el diseño de tiendas que permitan la transmisión del valor que crea nuestra empresa y la generación de experiencias valiosas para nuestros clientes. Un concepto comercial bien definido facilita un diseño adecuado y una inversión ajustada en la creación tanto de los espacios comerciales como en el resto de puntos de contacto que estableceremos con nuestros clientes.
El mapa de la experiencia del cliente es la herramienta que nos permite definir los puntos de contacto que establecemos con nuestros clientes a lo largo de todas las fases de la relación, cuáles son las motivaciones del cliente en cada momento a lo largo del camino que recorre, qué dudas le asaltan y las emociones a las que se enfrenta. Definiremos qué soluciones damos en cada uno de esos momentos para optimizar la experiencia de compra de los clientes.
Trazamos un mapa de operaciones que recoja los distintos espacios de interacción con los clientes, los espacios donde se producen las operaciones internas y los flujos de relación entre ellos.
Definimos el Look&Feel con las imágenes de referencia que nos ayuden a plasmar los valores de la marca y crear las sensaciones deseadas en los puntos de contacto con el cliente.
DISEÑO DEL ESPACIO COMERCIAL
El diseño del espacio comercial es el penúltimo paso en la implantación del espacio comercial. El diseño deber recoger lo definido en el concepto comercial creado, e integrar todos los elementos de comunicación y visual merchandising que faciliten la compra de nuestros clientes.
El layout debe permitir que los clientes reciban el grado de atención que requiere la experiencia definida, que la circulación de los clientes sea la adecuada al tipo de productos y servicios ofertados y que las operaciones internas sean fluidas y eficientes.
El mobiliario, la iluminación y los acabados deben ayudar a crear las sensaciones y ser coherentes con los valores de marca que hemos definido anteriormente.
Si como dicen, la cara es el espejo del alma, dejemos que nuestras tiendas sean la atractiva cara de nuestro rentable negocio.
Las imágenes que ilustran esta entrada corresponden al edificio de servicios socio-sanitarios Ruiz Golvano, diseñado por Flow.
