La gamificación es introducir dinámicas lúdicas y/o competitivas en un aspecto que no suele contenerlas. Suele utilizarse en recursos humanos, marketing y, por supuesto, en retail. Al fin y al cabo, si todo es mejor jugando, ¿por qué no volver a conectar con nuestro niño interior desde una buena experiencia de compra?
¿Cómo incorporar dinámicas gamificadas al retail?
Una simple tarjeta de fidelidad ya es un juego: un determinado número de compras que dan acceso a un premio. Desde ahí es fácil llegar a una mecánica en la que se acumulen puntos, que estos tengan un nombre (estrellas, monedas virtuales…) e incluso que haya varios posibles premios. Añadámosle algo de storytelling y tenemos una dinámica gamificada estándar para aplicar en retail. Pero hay muchos más posibles ejemplos.
Guiar por el layout con dinámicas de gamificación
Si el simple hecho de merodear por una tienda puede ser entretenido, con dinámicas de gamificación, la experiencia puede mejorar aún más. Desde retos en los que el consumidor debe encontrar una oferta escondida, a buscar varios puntos del espacio en un mapa o recoger varias piezas de ropa para completar un look… Las posibilidades para alargar u optimizar un recorrido son infinitas.
Juegos que dan lugar a promociones
Combinando la idea del paseo con la tecnología de geolocalización, GameStop creó un app al estilo del célebre Pokémon Go para el lanzamiento del videojuego The Witcher 3. Consistía en cazar monstruos por toda la ciudad que luego daban derecho a descuentos en las tiendas.
Gamificar las dinámicas sociales
Pink es la marca joven de Victoria’s Secret y cuenta con una app que además de promociones, incluye juegos y que se convierte en una especie de red social para sus consumidoras. Además, la app también adopta dinámicas propias de las redes sociales como el Yes y el No de Tinder, que ayudan a la marca a conectar con un target más joven.
Premiar la superación con descuentos y tips
Puede que uno de los programas de fidelización gamificados más top del mundo sea Nike+, el ecosistema de Nike creado alrededor de su wearable estrella, la Nike+ Fuel. El sistema une a 18 millones de deportistas compartiendo sus mejores tiempos, retándose y marcándose objetivos. Solo por estar ahí, los consumidores tienen acceso anticipado a nuevos productos, eventos exclusivos, gastos de envío gratuitos, rutinas de entrenamiento personalizadas y todo ello en uno de los sistemas que mejor integra e-commerce y brick & mortar.
Pujando por la gamificación
Comprar en subastas es un juego en sí mismo. Se conjugan variables competitivas y cada transacción es una interacción social elevada a la enésima potencia. Combinar esta mecánica con experiencias pop-up, con causas benéficas o ediciones limitadas puede disparar el engagement de los consumidores.
Promociones flash aprovechando el potencial de las nuevas tecnologías
El tiempo es otra variable clave en los juegos: contamos en el escondite y siempre suele ganar quien aguanta más o quien tarda menos. Este caso es muy curioso: se trata de una acción bastante antigua que se llevó uno de los premios de la categoría Mobile en el festival de publicidad de Cannes en 2012 y sin embargo hoy sigue siendo tremendamente inspiradora. Se trata de Hijack, una app de Meat Pack que te hace un descuento del 100% cada vez que entras en una tienda de su competencia cerca de la suya. ¿Dónde está la trampa? En que cada segundo que pasa hasta que se llega a Meat Pack se pierde un 1% de descuento.
¿Y tú, has participado en alguna experiencia de gamificación? ¿Cómo crees que repercute a las ventas?